Salón de la Fama: la utopía se hizo realidad

Después que escriba este post muchos matanceros querrán lincharme y tal vez no los culpe, solo les pido que lean hasta el final.

Hace muy pocas horas, Víctor Mesa, la explosión personificada dentro del béisbol, me dio una lección al decir que está aprendiendo a pensar antes de hablar. Hoy entiendo que el número 32 tiene mucha razón en sus palabras.

En mi último post hice referencia a la reunión que tendría lugar en La Habana para debatir sobre el tan esperado y dilatado Salón de la Fama de la pelota cubana y sobre todo prometí traer a este espacio los resultados del encuentro.Imagen-Coloquio-300x289 Les cuento que el Coloquio Nacional: Museo y Salón de la Fama del Béisbol Cubano: de la utopía a la realidad, sesionó durante viernes y sábado en el salón Adolfo Luque del estadio Latinoamericano y después de dos días de trabajo quedó re -fundado el Hall de la Fama de la pelota en Cuba, un anhelo de todos los amantes del béisbol en la Isla.

Esta idea, tantas veces reclamada por el pueblo, es ya un proyecto sólido, debido, en un inicio, a la propuesta del Grupo de Entusiastas por la re -fundación del museo y Salón de la Fama, liderado por el realizador Ian Padrón. Aun cuando no es la primera vez que se aborda el tema, el proyecto de los “Doce Apóstoles más uno”, como les dice Ian, se presenta a todas luces como una alternativa viable y sobre todo ambiciosa.

Un lugar donde además de encontrar a los más grandes del béisbol cubano, coexistan academias de este deporte, galerías, videotecas, cafeterías temáticas, entre otras muchas opciones, es la pretensión del grupo al que ahora nos sumamos todos los presentes en el coloquio, en el que reinó el debate sincero y respetuoso. Y vuelvo sobre las palabras de Víctor, porque hace unos días juzgaba la propuesta, aun sin conocerla.

Hoy, aunque los matanceros me linchen, creo en el proyecto de Ian y su equipo y comparto la idea de defender el béisbol por encima de regionalismos. No importa si es en el Palmar de Junco o en el Vedado Tenis Club.

Es válido aclarar por qué se emplea el término re –fundar. Y es que, aunque es un acápite desconocido por muchos aficionados, este Salón de la Fama existía en Cuba desde el año 1939, y en él ya tenían un espacio 68 atletas, entre los que destacan Martín Dihigo, José de la Caridad Méndez y Adolfo Luque y otros.

La última exaltación se celebró en 1961, con los seleccionados del año anterior. Durante el evento se acordó respetar a los ya promovidos a este Hall, a los que se suman ahora 10 nuevas luminarias. A continuación un poco de todo lo que sucedió en las dos jornadas.

Método de selección

Sesenta y siete periodistas, historiadores, críticos y cronistas en general de nuestro pasatiempo nacional, seleccionaron a diez precandidatos por cada etapa; éstas comprendidas desde 1874 a 1961 y de 1962 hasta la actualidad.

Una vez determinados los de mayores votos, un tribunal integrado por 25 miembros (19 de ellos presentes), todos de gran trayectoria en el estudio de este añejo deporte, votaron por los diez que finalmente serían los exaltados al Salón de la Fama.

La selección se basó en uno de los principios que rige el reglamento de esta renaciente institución: eliminar cualquier tipo de discriminación basada en raza, credo o nacionalidad. participantes-en-el-coloquio Una deuda con la historia

Los escogidos en el período anterior a las Series Nacionales son Conrado Marrero, Camilo Pascual, Orestes Miñoso y Amado Maestri y Esteban Bellán.

En el caso de este último atleta algunos discrepan con su exaltación por encima de otros como Luis Tiant o Anastacio “Tany” Pérez (dos que también estuvieron en franca porfía entre los diez preseleccionados). Creo que aun cuando sus resultados no estuvieron tal vez a la altura de otros, una deuda histórica giraba en torno al primer cubano en jugar en las Grandes Ligas de los Estados Unidos.

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Los méritos de los cuatro restantes no creo que sea necesario explicarlos, pero a continuación les dejo una pequeña reseña de su trayectoria.

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  Diapositiva3 Diapositiva4 Diapositiva5 Del béisbol revolucionario Ardua tarea resultó la elección de los cinco exaltados en la etapa de 1962 hasta la actualidad, pues una constelación de estrellas han desfilados por nuestros diamantes beisboleros. A pesar de esto, un nombre se impuso en todas las boletas: Omar Linares Izquierdo, el más grande pelotero que ha pasado por las Series Nacionales. Como por esas cosas del destino, el sempiterno número 10, llegó al terreno del Latinoamericano justo en el instante en que se anunciaba públicamente su elección. Con su modo sencillo de hablar, este pinareño universal expresó su emoción al recibir este reconocimiento. “Me siento muy feliz no solo por mí, sino por el béisbol cubano en general, que desde hace muchos años necesitaba de este Salón de la Fama. Creo que este es el máximo reconocimiento que un atleta cubano puede recibir después de su retiro”, declaró Linares.

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Los otros exaltados de esta etapa son Luis Giraldo Casanova, Orestes Kindelán, Antonio Muñoz y Braudilio Vinent. Diapositiva9 Diapositiva8Diapositiva6  Diapositiva10 Aun cuando pudieron estar otros, no cabe duda de que este quinteto es una muestra de los máximos exponentes de nuestro béisbol. Estas diez glorias serán exaltadas durante el Juego de las Estrellas, a celebrarse el próximo 28 de diciembre en el estadio Mártires de Barbados, de Granma. Falta mucho por hacer en materia constructiva en la sede propuesta (Círculo Social Juvenil José Antonio Echeverría, antiguo Vedado Tenis Club), pero es un paso de avance significativo el hecho de que el Salón de la fama de la pelota cubana otra vez esté funcionando, aun cuando sea de manera virtual.

Que este proyecto sea viable, decisivo e inclusivo creo que es la tarea que nos queda pendiente. ¿Los responsables? Cada uno de los que amamos este deporte y estamos involucrados en el proyecto.

Durante el encuentro de viernes y sábado varios acuerdos vieron la luz. (Ver Acuerdos.)

Entre los más importantes destaca crear una jornada dedicada al béisbol que se extenderá desde el 27 y hasta el 29 de diciembre de cada año. Además se determinó proponer a la dirección nacional de Cultura, la inclusión del béisbol como patrimonio intangible de la nación. Por último, la creación del Premio Martín Dihigo como reconocimiento a profesionales, organismos e instituciones que apoyen el desarrollo del béisbol. Como primer galardonado en este año se escogió al Comandante en Jefe Fidel Castro, propulsor del deporte como derecho del pueblo.